Carmen Carrillo Ortega
En tu recuerdo,
Jesús Alejandro.
Cuando termine 1917 y
nos tiremos el espumillón y las uvas a
la cara como símbolo de supervivencia, terminará también el Año hernandiano,
proclamado así por el Congreso de los diputados,
y pondré punto final a mi particular periplo con Retablillo para un poeta, modesta, pero sentida obra mía, donde he
querido transmitir la vida de Miguel Hernández en el 75 aniversario de su
muerte, y poner en el camino hacia
su obra a los más pequeños, esos locos
bajitos que diría Serrat, ahora, según algunos, un fascista despreciable.
Video con ilustraciones y texto de Retablillo para un Poeta
Me pide, amable siempre,
Rosa Campos, que cuente mi experiencia, y eso me supone regresar al lejano
tiempo de mi adolescencia cuando tras la muerte del dictador, el aire olía a
libertad y esperanza.
La voz de Hernández, como
la de otros tantos poetas, me llegó
desde los cercanos sonidos del Club Atalaya, hoy Ateneo de la Villa, en
mi barrio ciezano de entonces y junto al colegio Santo Cristo. Fue por eso que
quise iniciar allí mi recorrido, junto a los amigos del Club, siempre a la
vanguardia y amantes incondicionales del poeta.
Interpretar la propia obra
es complicado, solo sabía que tarde o
temprano tendría que plasmar lo que
siento desde hace lustros por el de Orihuela, bien fuera a través del arte o la
literatura.
Hace algunos años conocí
los cuentos que Miguel Hernández hizo para su hijo desde la cárcel, en especial
El gorrión y el poeta, que dejó inconcluso y que se nutre sin duda del Romance del prisionero, del viejo
romancero.
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor;
cuando los enamorados
van a servir al amor.
Sólo yo, triste y cuitado,
vivo en aquesta prisión
sin saber cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero,
déle Dios mal galardón.
Empecé desde hace mucho a
ver a Miguel Hernández como a uno de esos héroes de la historia que canta la poesía épica;
como a esos personajes de leyenda que los ciegos llevaban en sus pliegos de
cordel ilustrando a cuarterones las escenas de sus vidas. Recordé a Cervantes y
su Retablo de las maravillas, o el de
Maese Pedro. Y las palabras de Lorca al referirse a don Cristóbal, el muñeco
borracho que se enamora de doña Rosita:
(…) El teatro tiene que
volver a usted, don Cristóbal. Desde mi niñez lo he querido y cuando sea viejo
me reuniré con usted para distraer a los niños que nunca estuvieron en el
teatro.
Y de ese pensamiento, a la
visualización de los Retablos del
Bosco o de Gil de Siloé en la catedral de Burgos y tantos otros desde el estático Románico al abigarrado Barroco. Todo
eso fue componiendo una amalgama compleja que pensé condensar y simplificar
para exponer a los más jóvenes la vida del poeta.
Retablillo
nació en romance, y lo dibujé
desposeyéndome del dibujo académico que de normal practico. Ha sido para mí una
aventura explorar en este campo lleno de matices, donde la sencillez aparente
es solo eso, una aparente sencillez.
He recorrido durante este
tiempo varios pueblos y aún habré de estar en Molina y la cercana Calasparra. He conocido a gentes
amantes del poeta y vivido experiencias hermosas. De todas ellas guardaré para
siempre en mi memoria el día que presenté el libro en Orihuela, su tierra, en
la Biblioteca y Archivo de María Moliner, donde el destino quiso que pudiese
tener en mis manos un poema inédito escrito desde la cárcel, aun sin catalogar…
(Indescriptible la emoción y el vértigo que sentí ante el amarillento papel
escrito a grafito).
Pese a todo, y a solas conmigo, reconozco haber hecho el
libro que cuando era muchacha de pocos años e iba a la biblioteca de Cieza me
hubiera gustado encontrar en sus estantes, y que alguien, a las gentes de mi
generación, nos decidió prohibir.


© Carmen Carrillo Ortega
(Actualizado. 22/11/2017)

Presentación y actividades del libro en la Biblioteca Padre Salmerón (Cieza).

Sinopsis
de Retablillo para un Poeta:
Un teatro de guiñol va
recorriendo las plazas de los pueblos con sus títeres, hasta llegar a Orihuela.
Debajo de una palmera planta su telón y es allí donde la Luna se encuentra con el Niño Yuntero que
viene del campo, y le invita a ver pasar desde lo alto la vida del poeta. Los
personajes de Miguel, Josefina, Ramón Sijé, el gorrión Pio Pa, con otros como
la Guerra van construyendo el relato que desemboca en la muerte, dulcificada
con la presencia del gorrión, que termina por liberarlo del presidio. La figura
de Pio Pa es importante pues está sacada del cuento El gorrión y el prisionero, que escribiera y dejara inconcluso
Hernández desde la cárcel, y que a su vez, está inspirado en el Romance del prisionero, del romancero
viejo. La obra tiene un apartado didáctico en el que se muestra como hacer un
teatrillo de Guiñol y sus títeres.
El libro consta de un total
de veinte y seis ilustraciones, realizadas con Acuarela, su tamaño es de 21x 15, está encuadernado en tapa dura y
tiene 60 páginas. Los originales de las ilustraciones están preparados para ser
expuestos al mismo tiempo que se presenta el libro, a la
vez que se realizará una demostración de
Títeres, dentro de la parte didáctica.
Biografía:
Carmen Carrillo Ortega nace
en Mula (Murcia) y es la tercera generación de una familia de escultores
afincados desde 1912 en la ciudad de Cieza, Los Carrillo. De su padre, Manuel
Juan Carrillo Marco y del catedrático en dibujo don Antonio Fernández aprende el oficio de la escultura, siendo su
material por excelencia la madera. Ha participado a lo largo de su carrera
artística en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas, entre
las que se pueden destacar las realizadas en el Paraninfo de la Universidad de
Murcia y en la Real Fábrica de Tabacos, sede de la Universidad de Sevilla.
Tiene en su haber numerosos premios en Certámenes Nacionales siendo los más
importantes el Molino de Plata obtenido en Valdepeñas, el de la Exposición
Nacional de escultura de Almería o el de Valladolid de pequeña escultura.
Su dedicación a la madera y
la tradición familiar la han llevado a realizar obras de imaginería procesional
que se reparten en numerosos pueblos de la región de Murcia y provincias limítrofes.
Desde siempre a compartido
la escultura con su pasión por la literatura, que se centra sobre todo en el
teatro, teniendo una buena colección de obras infantiles entre las que se
pueden destacar Saturnino el polizón,
Primer Premio en el certamen de Monteagudo (Murcia) o Silverio y Pandora, premiada por la editorial Barco de Vapor,
además son varias las adaptaciones al teatro que ha realizado de cuentos
clásicos como: La cenicienta y Caperucita,
y sobre el Teatro Universal, con obras como Yo,
Federico, (Miscelánea lorquiana) Medea,
de Eurípides o Las Galas del difunto
de Valle, entre otras.
Su creación dramática se
caracteriza por su recreación de temas históricos, contando en este sentido con
varios títulos: Regina Mater,
premiada en San Javier en el certamen Carmen Conde; Hijas del Mondego, inédita, y que narra la vida de Inés de Castro; Flores sobre la Arena, de las
incursiones Berberiscas al pueblo de Mazarrón y que se estrenó en 2002 en esta ciudad
costera; Crónica y Leyenda de una
Invasión Anunciada, en que se nos ofrece la historia de la última invasión
musulmana por Abu-l-Hassan, padre de Boabdil el año 1477 a la villa de Cieza,
donde se ha venido representando desde 1998 diez años consecutivos. Para el
aniversario de la muerte de don Miguel de Cervantes, publicó Las burladas bodas de Camacho el rico,
una adaptación sobre Las bodas de Camacho,
para la localidad de El Bonillo, (Albacete).
Su última producción teatral
ha sido la recreación histórica del cerco de Alcalá la Real con la obra El cerco de Bezayde, estrenada el 29 de
julio de 2016 en la fortaleza de la Mota, en esa ciudad jienense, y que narra
la conquista de la villa por el rey Alfonso XI de Castilla en1341.
Ha publicado artículos en
numerosas revistas, siendo miembro fundador del colectivo literario La sierpe y
el Laúd. Durante todos estos años ha dirigido al grupo Cauce Teatro, diseñando
toda su escenografía y vestuario.
© Carmen Carrillo Ortega
(Actualizado. 22/11/2017)
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