sábado, 23 de septiembre de 2017

VIOREL TRANDAFIR, PINTOR RUMANO


                                                                                                Sara Alarcón




Viorel Trandafir (1987) es un artista rumano que, sin duda, tomó las primeras nociones de pintura de su padre, un pintor desconocido pero con talento, del que nos dice: “uno de los recuerdos gratos que tengo de mi padre, antes del divorcio, es verlo pintar en la pared de mi habitación un retrato enorme de mi familia”.  Y nuestra conversación gira entrono a esta práctica:




1. ¿Cuál es tu estilo favorito y quiénes son tus referencias?
Es una pregunta difícil de responder. Me gusta el arte como una universal forma de belleza. Suelo pintar impresionismo y a veces hiperrealismo, especialmente cuando pinto paisajes urbanos y arquitectura. Si tengo que elegir prefiero impresionismo, pero por lo general, en los encargos me suelen pedir realismo. Pinto por dos razones, porque es una forma de expresar mis sentimientos y mi creatividad, y para la gente es una buena forma de tener inmortalizado esto en un lienzo. Por supuesto, en ambas situaciones mis pinturas tienen mi toque personal.
2. Es una decisión personal o profesional… ¿Qué técnicas y materiales usas en tus pinturas?
Yo siempre pinto el lienzo con óleo. Prefiero el óleo desde un  punto de vista profesional porque creo que hace mi pintura perdurable. Hasta donde yo sé, el óleo se seca completamente en 80 años, otra razón es que puedes utilizar una variedad de herramientas que con otras pinturas no puedes, como por ejemplo la espátula, diferentes tipos de pinceles y variar así la consistencia del color. Normalmente, para un gran trabajo de pintura yo uso una proyección de vídeo para mantener las proporciones correctas y para respetar las luces y las sombras. Para pequeñas pinturas suelo hacer muchos bocetos para explorar bien el tema que estoy pintando. Entonces en el boceto final uso tonos negros o en un color siena tostado.

3. ¿Qué pintores son tus ídolos?
No puedo decir que tenga ídolos. Artistas de todo el universo, cada obra maestra, cada pintura cuenta una historia oculta. Mi placer es estudiarlos y averiguar sus historias. Un gran artista dibuja personas y paisajes que corresponden a su era, y en todo deja un poco de su alma. Yo trato  de descubrir cada detalle de la vida del artista, estudios, vida personal, ambiente social en el que vivió.  En esta categoría puedo poner al pintor rumano Nicolae Grigorescu, Stefan Luchian, Theodor Pallady, Teodor Aman, entre otros. En cuanto a artistas internacionales me gustan Van Gogh (estuve en su casa en Francia), Paul Cezanne, Camille Corot, Rembrandt, Picasso y Salvador Dalí. Al mismo tiempo no puedo decir que otros artistas no me gusten.

4. ¿Puedes darnos referencias sobre el arte rumano contemporáneo?
Adrian Ghenie. Pienso que es el único que puede pintar a un nivel universal o internacional. Tenemos un montón de artistas en estos días, pero no todos pueden estar a ese nivel, asimismo, estoy seguro de que muchos otros no pueden esperar a ser descubiertos.

5. En estos tiempos que  corren, piensas que es fácil empezar en una profesión artística?
Bueno, depende. Primero todo el arte significa hacer una gran variedad de sacrificio para pagar tu satisfacción. Yo pienso que primero tienes que recibir una llamada interior y entonces motivarte para empezar. No creo en el talento, creo en técnicas, unicidad y creatividad. Sí, puede ser duro comprar todos los materiales que necesitas, hacerte un hueco en la comunidad, pero no es imposible. Es todo sobre la llamada interior para crear y ofrecer al mundo una pieza de ti, de tu belleza interna.

6. ¿Te sientes libre a la hora de pintar?
Me siento extraño cuando pinto.  Siento la libertad de crear pero al mismo tiempo me siento encerrado en un universo. Suelo mirar el lienzo en blanco por cuatro horas sintiéndome libre para pintar algo que apenas he elegido, es un poco complicado explicar este sentimiento; después empiezo a pintar y constantemente pienso diferentes maneras para hacerlo parecido a como he imaginado que debería ser. Por eso, uso varias técnicas y exploro diferentes ideas. Creo que la libertad la mato al final con mi propio perfeccionismo. Antes, me despertaba con una idea e iba corriendo a pintarla antes de que se me olvidara.

7. Puedes dar algún consejo para jóvenes que están eligiendo su futura profesión.
Para adolescentes, empezar a pintar es lo mejor que pueden hacer. Ellos pueden desarrollar su pasión, pintar es lo mejor para expresar sus sentimientos y experiencias. Una buena escuela de arte puede garantizar las mejores técnicas y experiencias que ellos necesitan para convertirse en artistas. Yo recomiendo paciencia y perseverancia, trabajo duro y que exploren más de una posibilidad. Después de muchos años adquirirán su propio estilo y quién sabe, en un futuro podremos pensar en ellos como artistas.







Algunos datos sobre su trayectoria:
Viorel Trandafir nació un 3 de noviembre en una aldea cercana a la ciudad de Onesti, condado de Bacau. Con sus padres viajó por diferentes ciudades, hasta que se establecieron en la región de Oltenia. Ya en el primer curso de la escuela primaria hizo, para un concurso, una copia de una pintura famosa de Nicolae Grigorescu; y, mientras cursaba estudios superiores, continuó por libre formándose en dibujo, pintura, leyendo y pintando. 
Empezó a trabajar como periodista para televisiones locales y colaborando con algunas nacionales, por lo que pudo conocer a grandes creadores del arte contemporáneo rumano. Posteriormente viajó durante casi un año por diferentes países como Francia e Italia entre  otros, trabajando en publicidad, pero al mismo tiempo visitando y estudiando más sobre arte y arquitectura antigua.
Volvió a Rumania tras la repentina muerte de su madre, instalándose, con la familia que ha formado, en Dragasani, ciudad en la que dice haber encontrado la paz y el patrimonio histórico y cultural que podría inspirarle para la creación artística (aquí ha escrito Alecsander, novela publicada en 2014), y donde trabaja como responsable de la promoción de los valores culturales de la ciudad, creando eventos culturales: el Club de la Juventud y el  Cine 3D,  y los gestionados en el Museo del Vino.
Su primera exposición individual se basó en los edificios neo-romanescos y el paisaje histórico del casco antiguo dragasiano: “el objetivo de esta muestra era recordar la bell époque de los viejos paisajes urbanos que se alzaban entre las dos guerras mundiales”.
En sus pinturas mantiene la filosofía de reflejar lo mejor posible el espíritu que envuelve al paisaje que elige como modelo, lo hace desde un hiperrealismo que combina con algunos toques de impresionismo,  buscando expresar el universo particular de la obra.
 Conoció y mantuvo amistad con el maestro Olimpiu Orza, quien le hablaba de arte y sobre las diferentes direcciones que un pintor joven como él podía seguir en este oficio. Organizó una exposición con trabajos de este gran artista antes de su muerte.
 V. Trandafir recibe encargos de pinturas y dibujos desde distintos puntos del país. Cree que un artista debe de estar involucrado en la vida social de su comunidad y  ser uno de sus exponentes.  Ahora está preparando una próxima exposición titulada “No-Palabras” con la que intentará transmitir el mensaje de las cosas y sentimientos no verbales humanos.

             













                                                               

        © Sara Alarcón

         

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