Rosa Campos Gómez
Fue un poema bello y
triste el que me dio a conocer a Idea Vilariño,
enorme poeta uruguaya que este pasado agosto hubiera cumplido noventa y siete años. Vivió ochenta y ocho.
Mujer apasionada y libre, además de poesía –libros: La suplicante, Cielo Cielo, Paraíso perdido, Por aire sucio, Nocturnos, Poemas de amor, Pobre Mundo, Poesía, No y Canciones–, escribió ensayos, tradujo a autores extranjeros, fundó
varias revistas culturales y fue profesora de Literatura en la Universidad de
la República, de Uruguay. Se la incluye a la `Generación Crítica´ o `Generación del 45´ de su país, como (entre otros) Mario Benedetti, con quien mantuvo larga y buena amistad y Juan Carlos Onetti –"el último hombre de quién debí enamórame”, según palabras de la propia escritora–, a quien iba destinado "Ya no" (el poema bello y triste referido) y que representa el punto y final que puso a la relación que mantuvo con este escritor.
Admiró y fue amiga del Che Guevara, a quien le escribió, como
homenaje tras su muerte, unos versos (“Digo que no murió / yo no lo creo /(...) / cómo
morirse el Che / cuando quedaba / tanta tarea por hacer / cuando tenía / que
recorrer la América Latina / hermoso como un rayo / incendiándola / como un
rayo de amor…”). Apoyó la revolución cubana, sintiéndose
siempre vinculada a las causas sociales del pueblo latinoamericano y tuvo una consciencia crítica frente al daño causado a la naturaleza.
No se prestaba a que se promocionara
su obra ni su nombre, aun así fue premiada dentro y fuera de su país y sus
textos traducidos a varios idiomas.
Leerla es sumergirse en la música de su palabra, de su pasión en el existir, su desgarro en el amor y el desamor, del desamparo y la tristeza de la soledad… Entrar en sus versos es dejarse invadir por un poso de ternura hacia lo impetuoso y frágil de la
vida.
YA NO
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Yo no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú.
Ya no estás
en un día futuro.
No sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
NI CON DELICADEZA
Ni con delicadeza
ni con cuidado.
Acaso
tiene delicadeza
vivir
romperse el alma.
TAL VEZ
Tal vez no era pensar, la fórmula, el
secreto,
sino darse y tomar perdida, ingenuamente,
tal vez pude elegir, o necesariamente,
tenía que pedir sentido a toda cosa.
Tal vez no fue vivir este estar silenciosa
y despiadadamente al borde de la angustia
y este terco sentir debajo de su música
un silencio de muerte, de abismo a cada
cosa.
Tal vez debí quedarme en los amores quietos
que podrían llenar mi vida con un nombre
en vez de buscar al evadido del hombre,
despojado, sin alma, ser puro, esqueleto.
Tal vez no era pensar, la fórmula, el
secreto,
sino amarse y amar, perdida, ingenuamente.
Tal vez pude subir como una flor ardiente
o tener un profundo destino de semilla
en vez de esta terrible lucidez amarilla
y de este estar de estatua con los ojos
vacíos.
Tal vez pude doblar este destino mío
en música inefable. O necesariamente...
POBRE MUNDO
Lo van a deshacer
va a volar en pedazos
al fin reventará como una
pompa
o estallará glorioso
como una santabárbara
o más sencillamente
será borrado como
si una esponja mojada
borrara su lugar en el
espacio.
Tal vez no lo consigan
tal vez van a limpiarlo.
Se le caerá la vida como
una cabellera
y quedará rodando
como una esfera pura
estéril y mortal
o menos bellamente
andará por los cielos
pudriéndose despacio
como una llaga entera
como un muerto.
SI LOS LIBROS NO IMPORTAN
Si los libros no importan
si los otros no importan
si tú si yo no importan
si la dicha no importa
si la vida no importa.
MEDIODÍA
Transparentes los aires, transparentes
la
hoz de la mañana,
los
blancos montes tibios, los gestos de las olas,
todo
ese mar, todo ese mar que cumple
su profunda tarea,
el mar ensimismado,
el mar, a esa hora de miel en que el
instinto
zumba como una abeja somnolienta...
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
Ramas rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
las voces, el silencio.
A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de
blancura,
cada uno es un fruto madurando su muerte.
ESO
Mi cansancio
mi angustia
mi
alegría
mi pavor
mi
humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año mil novecientos
treinta
mi
sentido común
mi rebeldía.
Mi desdén
mi
crueldad y mi congoja
mi
abandono
mi
llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi
sufrimiento
en
fin
mi
pobre vida.
EL AMOR
Un pájaro me canta
y yo
le canto
me
gorgojea al oído
y le
gorgojeo
me hiere y yo le sangro
me
destroza
lo
quiebro
me deshace lo
rompo me ayuda lo levanto
lleno todo de paz
todo
de guerra
todo de odio de amor
y
desatado
gime
su voz y gimo
ríe
y río
y me
mira y lo miro
me
dice y yo le digo
y me ama y lo amo
-no
se trata de amor
damos la vida-
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me
acaba y lo acabo.
© Rosa Campos Gómez
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