Sara Alarcón
Interior de la librería Carturesti Carusel (Bucarest)
Sobre Ana Blandiana y Emil Cioran habría
que contar mucho más, pero citar algo de lo que han escrito es grato para mí en
esta breve reseña con la que os deseo un feliz verano.
Ambos son autores
rumanos, y Rumania es un país con bellos paisajes y gente entrañable,
encantadora (con quien convivo y aprendo), que tengo la
enorme suerte de conocer.
Nicolae Romanescu Park (Craiova)
1, 2, y 3, Parcul Herastrau: Museo de la Aldea (Bucarest)
Nicolae Romanescu Park (Craiova)
Ana
Blandiana, seudónimo de Otilia Valeria Coman (Timișoara, 1942), es
una importante escritora y periodista de proyección internacional, con una gran
producción poética. Su nombre (según he escuchado) figura en la lista de los posibles
candidatos al Nobel de Literatura.
No había leído nada de
ella hasta hace unos días, estos dos
poemas pertenecen a esa lectura:
EL TODO
Hojas, palabras, lágrimas,
cajas de cerillas, gatos,
a veces tranvías, colas para la harina,
catarinas, botellas vacías, discursos,
imágenes persistentes de la televisión,
escarabajos de patatas, gasolina,
banderas, retratos conocidos,
Copa del Campeón Europeo,
máquinas de cilindros, manzanas que se
niegan a la exportación,
periódicos, pan, mezcla de petróleo,
claveles,
recepción en el aeropuerto, Cico-cola,
chocolates,
salami de Bucarest, dieta de yogurt,
Gitanas con cigarros Kent, huevos de
Crevedia
rumores, la serie de sábado por la noche,
sucedáneos del café,
la lucha de los pueblos por la paz, coros,
producción por hectárea, Gerovital,
Aniversarios,
compota de Bulgaria, reunión de
trabajadores,
vino de la región superior, tennis Adidas,
chistes, los niños de la Avenida Victoriei,
peces marinos, Canción rumana,
el todo.
LA HISTORIA EN EL
CALENDARIO
Aún no existía,
sólo tú sabías que yo iba a ser.
Y a pesar de ello has fijado la fecha de la
Anunciación
sin consultarme.
¿O, tal vez, a ti tampoco te consultaron?
¿A ti también te pusieron
delante de los hechos consumados?
al fin y al cabo ¿qué hubiera podido
decidir
mientras nadaba en el líquido amniótico,
amando
el traje de carne ardiente
que se preparaba a desvestirme
para arrojarme al mundo
desnuda
envuelta como en la placenta de un cuento…?
Dime de verdad: ¿Tenías miedo de mí?
¿De la manera amenazadora en la que crecía
dentro de ti, reemplazándote?
¿Es por miedo por lo que has decidido
poner entre tú y yo
la historia del calendario?
Emil
Cioran (Răşinari, 9 de
abril de 1911 – París, 20 de junio de 1995), escritor y filósofo rumano, es uno
de los mayores representantes del existencialismo. Estudió filosofía en la Universidad de
Bucarest. La mayor parte de sus libros se publicaron en lengua francesa. En sus
escritos, contradictorios y a contracorriente, reflexiona sobre la amargura y
tristezas de la vida a golpe de ironía.
Hace unos años, con Ese maldito yo (1986), empecé a
engancharme a sus aforismos. Recuerdo
que cuando lo leí me reía, más que ponerme triste, a veces le daba la razón, pero
en la siguiente página me quedaba pensando un rato, desconcertada. Siempre le
leía a partir de media tarde, en el frío invierno. Con esos aforismos no debes
atragantarte, un par cada día es más que suficiente para dejarte llevar, reír o,
si quieres, llorar. Mejor no tomártelos muy en serio, déjate fluir con ellos, como cuando estamos en el mar y una ola rompe
en nuestra cara y entra el agua salada en la boca. Hay que procurar no hablar
demasiado cuando leemos a Cioran, y respirar, el oxígeno es un beneficio:
“Según la mitología védica, todo aquel que se eleva a
través del conocimiento destruye el bienestar del cielo. Los dioses,
constantemente al acecho, viven aterrorizados ante la posibilidad de ser
superados.”
“Mi misión es ver las cosas tal como son. Todo lo
contrario de una misión…”
“Según la tradición judía, la Torah –obra de Dios-
precede al mundo en dos mil años. Jamás pueblo alguno se ha estimado tanto a sí
mismo. ¡Atribuir a su libro sagrado tal antigüedad, creer que data de antes del
Fiat Lux!
Es así como se crea un gran destino.”
"- ¿Qué hace usted todo el
día?
– Me soporto.”
“Qué orgullo descubrir que nada te pertenece:
qué revelación.”
“¿Qué sería de nuestras
tragedias si un insecto nos presentara las suyas?”
“Regla de oro: dejar una imagen incompleta de
sí mismo.”
En Cariova (Craiova)
Y, tras las palabras de A. Blandiana y E. Cioran, más rincones
rumanos donde perdernos un buen rato en horas de calor:
Castillo de Bran (Bran)
Árboles en Dragasani (Dragasani)
Castillo de Peles (Sinaia)
Nicolae Romanescu Park (Craiova)
¡FELIZ VERANO!
© Sara Alarcón
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