viernes, 7 de julio de 2017

DE ANA BLANDIANA, CIORAN Y ALGUNOS BELLOS LUGARES RUMANOS


                                                                                            Sara Alarcón
      

     Interior de la librería Carturesti Carusel (Bucarest)

Sobre Ana Blandiana y Emil Cioran habría que contar mucho más, pero citar algo de lo que han escrito es grato para mí en esta breve reseña con la que os deseo un feliz verano.
Ambos son autores rumanos, y Rumania es un país con bellos paisajes y gente entrañable, encantadora (con quien convivo y aprendo), que tengo la enorme suerte de conocer.

                                      Nicolae Romanescu Park (Craiova)



    
 1, 2, y 3, Parcul Herastrau: Museo de la Aldea (Bucarest)



Nicolae Romanescu Park (Craiova)



Ana Blandiana, seudónimo de Otilia Valeria Coman (Timișoara, 1942), es una importante escritora y periodista de proyección internacional, con una gran producción poética. Su nombre (según he escuchado) figura en la lista de los posibles candidatos al Nobel de Literatura.
No había leído nada de ella hasta hace unos días,  estos dos poemas pertenecen a esa  lectura:
EL TODO
Hojas, palabras, lágrimas,
cajas de cerillas, gatos,
a veces tranvías, colas para la harina,
catarinas, botellas vacías, discursos,
imágenes persistentes de la televisión,
escarabajos de patatas, gasolina,
banderas, retratos conocidos,
Copa del Campeón Europeo,
máquinas de cilindros, manzanas que se niegan a la exportación,
periódicos, pan, mezcla de petróleo, claveles,
recepción en el aeropuerto, Cico-cola, chocolates,
salami de Bucarest, dieta de yogurt,
Gitanas con cigarros Kent, huevos de Crevedia
rumores, la serie de sábado por la noche,
sucedáneos del café,
la lucha de los pueblos por la paz, coros,
producción por hectárea, Gerovital, Aniversarios,
compota de Bulgaria, reunión de trabajadores,
vino de la región superior, tennis Adidas,
chistes, los niños de la Avenida Victoriei,
peces marinos, Canción rumana,
el todo.

LA HISTORIA EN EL CALENDARIO
Aún no existía,
sólo tú sabías que yo iba a ser.
Y a pesar de ello has fijado la fecha de la Anunciación
sin consultarme.
¿O, tal vez, a ti tampoco te consultaron?
¿A ti también te pusieron
delante de los hechos consumados?
al fin y al cabo ¿qué hubiera podido decidir
mientras nadaba en el líquido amniótico,
amando
el traje de carne ardiente
que se preparaba a desvestirme
para arrojarme al mundo
desnuda
envuelta como en la placenta de un cuento…?
Dime de verdad: ¿Tenías miedo de mí?
¿De la manera amenazadora en la que crecía
dentro de ti, reemplazándote?
¿Es por miedo por lo que has decidido
poner entre tú y yo
la historia del calendario?



Emil Cioran (Răşinari,  9 de abril de 1911 – París, 20 de junio de 1995), escritor y filósofo rumano, es uno de los mayores representantes del existencialismo.  Estudió filosofía en la Universidad de Bucarest. La mayor parte de sus libros se publicaron en lengua francesa. En sus escritos, contradictorios y a contracorriente, reflexiona sobre la amargura y tristezas de la vida a golpe de ironía.
Hace unos años, con Ese maldito yo (1986), empecé a engancharme a sus aforismos. Recuerdo que cuando lo leí me reía, más que ponerme triste, a veces le daba la razón, pero en la siguiente página me quedaba pensando un rato, desconcertada. Siempre le leía a partir de media tarde, en el frío invierno. Con esos aforismos no debes atragantarte, un par cada día es más que suficiente para dejarte llevar, reír o, si quieres, llorar. Mejor no tomártelos muy en serio,  déjate fluir con ellos,  como cuando estamos en el mar y una ola rompe en nuestra cara y entra el agua salada en la boca. Hay que procurar no hablar demasiado cuando leemos a Cioran, y respirar, el oxígeno es un beneficio:
“Según la mitología védica, todo aquel que se eleva a través del conocimiento destruye el bienestar del cielo. Los dioses, constantemente al acecho, viven aterrorizados ante la posibilidad de ser superados.”
“Mi misión es ver las cosas tal como son. Todo lo contrario de una misión…”
“Según la tradición judía, la Torah –obra de Dios- precede al mundo en dos mil años. Jamás pueblo alguno se ha estimado tanto a sí mismo. ¡Atribuir a su libro sagrado tal antigüedad, creer que data de antes del Fiat Lux!
Es así como se crea un gran destino.”

"- ¿Qué hace usted todo el día?
– Me soporto.”
 “Qué orgullo descubrir que nada te pertenece: qué revelación.”
“¿Qué sería de nuestras tragedias si un insecto nos presentara las suyas?”
 “Regla de oro: dejar una imagen incompleta de sí mismo.”
                                              En Cariova (Craiova)
Y, tras las palabras de A. Blandiana y  E. Cioran, más rincones rumanos donde perdernos un buen rato en horas de calor:

Castillo de Bran (Bran)


Árboles en Dragasani (Dragasani)



Castillo de Peles (Sinaia)


Nicolae Romanescu Park (Craiova)

¡FELIZ VERANO!

        © Sara Alarcón

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