Jesús A. Salmerón Giménez
Tal
día como hoy, en 1902, nació Rafael Alberti -murió en 1999, junto a su mar
gaditano: tres años y dos meses le faltaron para cumplir los 100 años, a este
viejo pintor de palabras-. Cuando tenía ocho años vio extasiado en el cielo de
su infancia, en la bahía de Cádiz, cruzar el alto esplendor del cometa Halley.
Y se quedó maravillado de este cometa grande y brillante que orbita alrededor
del Sol cada 76 años de promedio. Y tuvo que verlo otra vez sin que sepamos de
verdad si ello fue una metáfora de su longevidad:
"Tú me arrastras, me llevas,
me suspende tu cauda rutilante.
Yo soy tu cola, tu incendiado núcleo.
Tú ya eras yo cuando te apareciste,
como yo tú, llegados
desde los más remotos infinitos.
Te descubrí una noche
insomne de mi infancia,
y urdido en tu tendida
cabellera,
ascendimos del mar de mí
bahía,
solos ya uno, desapareciendo
en los ciegos espacios
insondables,
de incandescentes niños,
muchachas y paisajes de altas temperaturas,
durante tantos siglos.
Pero ahora, de pronto, de
nuevo nos anuncian."
El
cometa Halley reaparecerá en el año 2062 y, como este marinero en tierra reconvertido
en viajero del aire profetizó, volverá con él "entre
el polvo de fuego y hielo plateado de su cauda resplandeciente". No
lo olvidamos, Rafael Alberti.
© Jesús A. Salmerón Giménez
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