viernes, 16 de diciembre de 2016

ALBERTI Y EL COMETA HALLEY



Jesús A. Salmerón Giménez

Tal día como hoy, en 1902, nació Rafael Alberti -murió en 1999, junto a su mar gaditano: tres años y dos meses le faltaron para cumplir los 100 años, a este viejo pintor de palabras-. Cuando tenía ocho años vio extasiado en el cielo de su infancia, en la bahía de Cádiz, cruzar el alto esplendor del cometa Halley. Y se quedó maravillado de este cometa grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada 76 años de promedio. Y tuvo que verlo otra vez sin que sepamos de verdad si ello fue una metáfora de su longevidad:

 


"Tú me arrastras, me llevas,
me suspende tu cauda rutilante.
Yo soy tu cola, tu incendiado núcleo.
Tú ya eras yo cuando te apareciste,
como yo tú, llegados
desde los más remotos infinitos. 
 Te descubrí una noche insomne de mi infancia,
                                       y urdido en tu tendida cabellera,
                                       ascendimos del mar de mí bahía,
                                       solos ya uno, desapareciendo
                                       en los ciegos espacios insondables,
                                       de incandescentes niños,
                                       muchachas y paisajes de altas temperaturas,     
                                       durante tantos siglos.
                                        Pero ahora, de pronto, de nuevo nos anuncian."

El cometa Halley reaparecerá en el año 2062 y, como este marinero en tierra reconvertido en viajero del aire profetizó, volverá con él "entre el polvo de fuego y hielo plateado de su cauda resplandeciente". No lo olvidamos, Rafael Alberti.


 © Jesús A. Salmerón Giménez



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