Rosa Campos Gómez
Primer deseo: Alegría
QUE TODA LA ALEGRÍA POSIBLE
HAGA NIDO
EN ESTAS FIESTAS Y EN EL NUEVO AÑO
Chorro de estrellas, R. Campos. Acuarela.
« No es momento para quedarse en casa,
sino para salir y
entregarse al jardín...»
Rumi
Explicación
Notas revista cultural, espacio
al que tanto tengo que agradecer por
permitirme caminar en tan buena compañía, cumple un año y medio de andadura y le ha llegado el
momento de cerrar un capítulo de su vida, capítulo que veo (las alas de la imaginación son incansables) como un volumen de una posible serie colocado
en una estantería virtual a la que podemos acudir cada vez que nos apetezca
(esa es la gran virtud de este medio de comunicación) para entrar en cualquiera
de los artículos que contiene recorriendo territorio de letras, de arte, de música, de teatro...; para conocer a
escritores, a pintores, a músicos, a actores…, creadores de ambos géneros que
producen riqueza anímica, necesaria para
una sana estructura social (gracias a todos los que han aportado sus obras y sus palabras). Artículos
que corresponden única y exclusivamente a sus autores, por lo que si se
utilizan por
otras personas es justo que se les
cite.
En
octubre les comuniqué a los colaboradores con quienes he compartido este último tramo de publicaciones (ha sido un honor y un placer contar con su ayuda) que tras la pausa de diciembre tendríamos
cambios, yo dejaría de ser la coordinadora o administradora (¡qué tremendo
suena este término en este contexto!), para convertir Notas en un espacio más
abierto, administrado en comunidad, teniendo todos la misma facilidad para publicar y compartir los temas en las dos
redes principales en que se divulga, un hecho para el que había que hacer
algunas modificaciones técnicas. Nos pondremos a ello tras un periodo de
descanso (si así se decide en común).
Segundo deseo: Amor
Un concepto
tan amplio y con una cavidad tan inmensa que resumirlo en pocas palabras es
complicado, pero es el más hermoso, por lo que me arriesgo a dar unas
pinceladas, y para hacerlo echo mano de una frase que no olvido (recogida de un
libro leído hace muchos años), y que guardé en mi memoria porque me pareció de
una lucidez tan sencilla y evidente que entendí que se ajustaba al concepto:
«amas cuando ves un clavo por el camino y lo quitas para que nadie que pase por
ahí se haga daño» (frase reelaborada, al
volver a esas páginas de este fabuloso libro, después de bastantes años, me he
dado cuenta).
Este
es al fragmento que la contiene con exactitud, pertenece a Antony de Mello y está
en Una
llamada al amor: «¿Pero, qué significa amar? Significa ser sensible a
la vida, a las cosas y a las personas; tener sentimientos hacia todo y hacia
todos, sin excluir nada ni a nadie. Porque a la exclusión sólo se llega a base
de endurecerse, a base de cerrar las propias puertas. Y el endurecimiento mata
la sensibilidad. No te resultará difícil
encontrar ejemplos de esta clase de sensibilidad en tu propia vida. ¿No te has
detenido nunca a retirar un clavo de la carretera para evitar que alguien [a
quien puede que no llegues a conocer nunca]
pueda sufrir daño. (...) en esos y otros muchos momentos el amor ha
aflorado a la superficie de tu vida, haciendo ver que se hallaba en tu interior
esperando ser liberado.» Que el nuevo gobierno que destinemos a gobernar se
empape, por favor, que elimine lo que causa daño al pueblo... Y que todos sintamos que lo llevamos dentro, esperando ser liberado.
Tercer deseo: Cuidado
Que el cuidado y respeto hacia la Naturaleza, es decir, hacia todo lo que somos, lo que nos contiene y nos acompaña vaya en aumento constante. Cuidado en forma de respeto hacia la mujer, en todos los terrenos donde sufra carencias (que son demasiados) y, muy particularmente, respeto absoluto hacia su vida.
En la Cumbre sobre el Cambio Climático, celebrada recientemente en París, han sido las mujeres las que han llevado más propuestas y proyectos ya en marcha para favorecer esta mudanza ineludible. La mujer ha desarrollado más la capacidad de cuidar (en general, luego habrá excepciones) porque ha puesto el poder de amar por encima.
Que el cuidado y respeto hacia la Naturaleza, es decir, hacia todo lo que somos, lo que nos contiene y nos acompaña vaya en aumento constante. Cuidado en forma de respeto hacia la mujer, en todos los terrenos donde sufra carencias (que son demasiados) y, muy particularmente, respeto absoluto hacia su vida.
En la Cumbre sobre el Cambio Climático, celebrada recientemente en París, han sido las mujeres las que han llevado más propuestas y proyectos ya en marcha para favorecer esta mudanza ineludible. La mujer ha desarrollado más la capacidad de cuidar (en general, luego habrá excepciones) porque ha puesto el poder de amar por encima.
Buscando
un poema escrito por una mujer para ilustrar este deseo, he elegido una joya
literaria que me llegó de manos de una excelente persona ya en su adolescencia.
Me lo regaló traído de Argentina (país en el que nació), allí recordó que en algunas
tardes de taller, cuando hablamos de escritores hispanoamericanos, por los que
tengo devoción, le hablé de `La higuera´,
poema de Juana de Ibarbourou (Uruguay,
1892-1979), que es grato de leer a cualquier edad y lo encontró en una librería dentro de este libro, cuyo diseño libro es cálido y bello, y frescos y hondos los versos:
Una mujer, Dorothy Reading, pintada, con respeto manifiesto a través de su acto de leer, por un hombre, Mischa
Askenazy (Ordessa, Rusia 1888 - Los Ángeles, EE UU, 1961):
Leer... Leer, ese genuino acto de libertad.
© Rosa Campos Gómez
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