Antonio Gómez Villa
Puesto que estamos en el espacio
adecuado, hablemos de Cultura y de su futuro.
En cualquiera de los medios de
comunicación, se refleja hoy la indignación ciudadana por la situación actual
del país y la relación directa de sus políticos. Hay comunicados de todos los
gustos, desde la crítica fácil hasta las opiniones interesadas, desde los
“voceros de turno”1 del Sistema2 hasta la de los “estómagos agradecidos”3; y en todo ese maremagnum,
es lógico que nos perdamos.
De lo que se trata en la
actualidad es de construir España y es que, aunque suene rimbombante, nuestra
patria, lejos de ser un país moderno del siglo XXI, sigue reflejando los males
endémicos de una sociedad atávica, inculta y continuadora de la corrupción
desde los gobiernos de Cánovas y de Sagasta. Es un mal pues que viene de lejos.
Sin querer ahondar en temas que
necesitarían muchos artículos de opinión y de debate, parece que nuestra
historia se escribe a partir del denominado “Proceso de Transición”. Cuando los
historiadores podamos investigar y plantear las cuestiones para construir la
historia, aparecerán en su justo término, todo lo positivo del período junto a
todo lo que se silencia y se oculta, esa enorme batalla entre Reforma-Ruptura
con el Régimen anterior y las consecuencias que ha tenido el triunfo de los
reformistas, una vez más, para avalar la construcción de la patria sobre los
mismos valores de siempre, la cultura
de los mismos, la falta de participación ciudadana, la plasmación de una
pseudodemocracia.
Hoy es preciso, más que nunca,
propiciar el debate serio y sereno con todos los que estén dispuestos a ello. Y
hablar de todo lo que sea necesario plantear. La Patria no es de nadie en
particular, sino que hay que construirla entre todos los ciudadanos. Basta ya
de los patriotas que se apropian de la historia, las banderas y los símbolos.
Eso hay que combatirlo. Empezando naturalmente con la palabra, las ideas, los
argumentos. Y todos los tenemos. En el proceso de debate se contrastan y de
todo ello se aprende. Este aprendizaje nos llevará a un proceso de
culturización, elevar el nivel conciencia-cultura de los ciudadanos españoles
es clave para construir el futuro.
¿Por dónde empezar? Obviamente
por el principio. Iniciar un proceso de revisión constitucional4 que haga posible que los
principales problemas de los ciudadanos encuentre solución en las propuestas
colectivas. Y que dichos preceptos se cumplan, esto es, que todo el país se
ponga a trabajar en la consecución de esos objetivos básicos. El pan y el
trabajo, la justicia y el avance social; en definitiva, la Cultura en su más amplia concepción. A ello os animo.
1. Conocidos popularmente por los defensores a ultranza
de los de siempre o sus colaboradores. Baste mirar los distintos programas
televisivos o radiofónicos de debate y observar a los denominados politólogos o
tertulianos. Saben de todo, todo lo justifican y lo que es más importante, van
soltando el mensaje que debe oír la ciudadanía en cada momento. La machaconería
y el abuso de estos medios es una herramienta poderosa muy del sistema.
2. Algo difícil de definir por su propia esencia pero que
se puede resumir en todo aquello que contribuye a que prevalezcan siempre los
intereses de los poderosos por encima de cualquier otra consideración. Por esto
mismo, una de las características de este Sistema es la ocultación de sus manifestaciones,
siempre que sea posible y que sus poderosas herramientas se enmascaren en el
proceso democrático (dominio de los medios de comunicación, presión sobre el Poder
Judicial, consenso sobre el concepto de Estado entre los partidos reformistas,
observación permanente de los intereses de la Banca, salvaguarda de los
corruptos dentro de los propios aparatos de los partidos o bien, utilización de
la amnistía con este fin y un largo etcétera).
3. Son todos aquellos ciudadanos que se han beneficiado
del sistema pseudodemocrático y corrupto. Y esto es amplio y variopinto, desde
los que entran en las empresas privadas por moor del propietario de toda la
vida, y que reflejan el bajo nivel del concepto de empresa en nuestro país, las
de los enchufados en la Aministración pública sin pasar pruebas acreditativas,
los adictos a los aparatos de los partidos, los que se arriman a la política
para buscarse la vida y así, un sinfín de casos que están en la mente de todos.
El descrédito de los partidos y los políticos viene a reflejar hoy esta
situación en grado superlativo.
4. Y este es el debate serio y reflexivo, modelo de
Estado moderno, al que nos queremos asimilar (EE.UU., Canadá, Francia,
Alemania, Suecia, etc.), soberanía de los españoles con procesos reales de
participación ciudadana. Cuantificación de la deuda social y proceso negociador
europeo para pagarla en plazo que permita salir de la crisis. Inicio de un
proceso de industrialización del país y de creación de infraestructuras
económicas que impidan la excesiva dependencia de nuestra Economía. Objetivo
básico de paro cero. Potenciación del Estado de los servicios públicos
esenciales. Diferenciación nítida del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Ley de Anticorrupción implacable (el que la hace la paga empezando por devolver
lo robado). Añádanse cuantos temas cada uno considere y hágase un orden
prioritario de discusión. El debate es apasionante en tanto que llegamos a acuerdos
básicos consensuados, sin ningún género de dudas.
...
Antonio Gómez Villa (Cieza,1953), ha sido maestro en varios lugares de nuestra Región (Cieza, Aljucer, El Algar, Cartagena, Yecla). A lo largo de su docencia ha desarrollado todo tipo de experiencias educativas: director de centros, impulsor del movimiento asociativo de APAS, coordinador de proyectos de Innovación y Nuevas Tecnologías, colaborador de diversas publicaciones.
Licenciado en
Historia Antigua y Arqueología y Dr. en Historia (especialidad de Arte), ha
compaginado su trabajo docente con la investigación en el campo de la
Tardoantigüedad, siendo autor de numerosas publicaciones.
En la actualidad se
encuentra jubilado.
© Antonio Gómez Villa
No hay comentarios:
Publicar un comentario