Sara Alarcón

Wangari Maathai (Nyeri, Kenia, 1 de abril de 1940 - 25 de
septiembre de 2011)
“La industria y las instituciones internacionales
deben
comprender que la justicia económica,
la equidad y la integridad ecológica
valen más
que los beneficios a toda costa”.
Wangari Maathai
El
5 de junio se celebró el Día Mundial del
Medio Ambiente, y en esta fecha es difícil no acordarse de Wangari Muta Maathai,
bióloga y ecologista keniana, mujer de marcada personalidad, cuya relevancia en
la actualidad sigue vigente, considerada como ejemplo de activista para el desarrollo
y mejora del medio ambiente.
Siendo
muy joven se trasladó a Kansas (Estados Unidos), donde se licenció en Biología en
1964. Dos años más tarde obtuvo el título de Máster en Ciencias por la
Universidad de Pittsburgh y en 1971 se convirtió en la primera mujer doctorada
de África Central y Oriental.
Era
el año 1977 cuando, bajo la idea de que “no
podemos quedarnos sentadas a ver cómo se mueren nuestros hijos de hambre”, surgía el Movimiento `Cinturón Verde´. El
objetivo fundamental de este colectivo se
centró en la plantación de árboles como recurso para la mejora de las
condiciones de vida de la población. El programa que llevaron adelante estuvo protagonizado principalmente por
mujeres y destinado a sus necesidades. En
1986 su ámbito se había ampliado a otros países de África, y en la actualidad
se considera uno de los proyectos más exitosos en lo referente a desarrollo
comunitario y protección medioambiental.
En
2003 fue nombrada Ministra de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Vida Salvaje.
Cuando
recibió el Nobel de la Paz, en octubre de 2004, su movimiento tenía organizados
3.000 viveros, atendidos por 35.000 mujeres. Fue la primera mujer africana
galardonada con este premio.
La
profesora Maathai documentó su vida, el trabajo que ha llevado a cabo, y sus
ideas en cuatro libros. En un discurso comentó:
“Las mujeres rurales que conocí por medio
del Consejo Nacional de las Mujeres de Kenia, del cual yo era miembro, me
hablaban de sus necesidades, ellas decían que no tenían suficiente madera para
energía o buenas fuentes de agua limpia potable o lo suficiente para comer,
especialmente comidas nutritivas.” Siempre transmitió iniciativa a los
demás: “Si no tenéis leña, plantad
árboles”, y fuerza: “Toda persona que
haya logrado algo ha sido derribada varias veces. Pero todas ellas se han levantado
y han continuado, y eso es lo que siempre he tratado de hacer.”
Las
batallas llevaron varias veces a la cárcel a esta gran mujer, cuya lucha, y la
de sus miles de seguidores, evitaron que se construyera un rascacielos en el
mayor parque de Nairobi o que se privatizara un espacio natural de la capital
keniata para construir chalets.
Desde
aquí, animo a seguir el ejemplo de la `Mujer Árbol´ a todo el que quiera desarrollar y humanizar "la casa" en que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario