lunes, 9 de junio de 2014

WANGARI MAATHAI, `LA MUJER ÁRBOL´



Sara Alarcón 


 
                                       Wangari Maathai (Nyeri, Kenia, 1 de abril de 1940 - 25 de septiembre de 2011)


      “La industria y las instituciones internacionales 
        deben comprender que la justicia económica,
        la equidad y la integridad ecológica valen más
        que los beneficios a toda costa”. 
                                         Wangari Maathai

El 5 de junio se celebró el Día  Mundial del Medio Ambiente, y en esta fecha es difícil no acordarse de Wangari Muta Maathai, bióloga y ecologista keniana, mujer de marcada personalidad, cuya relevancia en la actualidad sigue vigente, considerada como ejemplo de activista para el desarrollo y mejora del medio ambiente.

Siendo muy joven se trasladó a Kansas (Estados Unidos), donde se licenció en Biología en 1964. Dos años más tarde obtuvo el título de Máster en Ciencias por la Universidad de Pittsburgh y en 1971 se convirtió en la primera mujer doctorada de África Central y Oriental.

Era el año 1977 cuando, bajo la idea de que “no podemos quedarnos sentadas a ver cómo se mueren nuestros hijos de hambre”,  surgía el Movimiento `Cinturón Verde´. El objetivo fundamental  de este colectivo se centró en la plantación de árboles como recurso para la mejora de las condiciones de vida de la población. El programa que llevaron adelante  estuvo protagonizado principalmente por mujeres y destinado  a sus necesidades. En 1986 su ámbito se había ampliado a otros países de África, y en la actualidad se considera uno de los proyectos más exitosos en lo referente a desarrollo comunitario y protección medioambiental.

En 2003 fue nombrada Ministra de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Vida Salvaje.

Cuando recibió el Nobel de la Paz, en octubre de 2004, su movimiento tenía organizados 3.000 viveros, atendidos por 35.000 mujeres. Fue la primera mujer africana galardonada con este premio.

La profesora Maathai documentó su vida, el trabajo que ha llevado a cabo, y sus ideas en cuatro libros.  En un discurso comentó: “Las mujeres rurales que conocí por medio del Consejo Nacional de las Mujeres de Kenia, del cual yo era miembro, me hablaban de sus necesidades, ellas decían que no tenían suficiente madera para energía o buenas fuentes de agua limpia potable o lo suficiente para comer, especialmente comidas nutritivas.” Siempre transmitió iniciativa a los demás: “Si no tenéis leña, plantad árboles”, y fuerza: “Toda persona que haya logrado algo ha sido derribada varias veces. Pero todas ellas se han levantado y han continuado, y eso es lo que siempre he tratado de hacer.”

Las batallas llevaron varias veces a la cárcel a esta gran mujer, cuya lucha, y la de sus miles de seguidores, evitaron que se construyera un rascacielos en el mayor parque de Nairobi o que se privatizara un espacio natural de la capital keniata para construir chalets.

Desde aquí, animo a seguir el ejemplo de la `Mujer Árbol´  a todo el que quiera desarrollar y humanizar "la casa" en que vivimos.


© Sara Alarcón








Sara Alarcón (Cieza, Murcia), Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos. Máster en Psicoanálisis y Teoría de la Cultura por la Universidad Complutense de Madrid. 



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