Rosa Campos
Alberto Lucas
González, Tete Lukas, es un fotógrafo
ciezano que expone actualmente en el patio de la Casa nº 10 del Museo de Siyâsa
(del 13 de mayo -15 de junio), dentro de
las actividades destinadas a conmemorar su XV aniversario
y el Día Internacional de los Museos.
La exposición muestra un tema llamativo, entroncado con lo mágico, que nos
conduce a la arqueología y a la antropología,
para ser testigos, de alguna manera, de los usos y costumbres de nuestros
antepasados1.
Lukas, quien dice
en su blog que es «Alumno de todo,
maestro de nada», es un fotógrafo joven, formado en la Escuela de Artes y
Oficios de Murcia. La exposición Cieza, a vista de pájaro (2012),
precedió a Baraka, y si en la anterior mostraba panorámicas locales, en las
que se apreciaba su pericia como escalador, en ésta observamos, sobre fondo
negro, los ópalos menilíticos que encontró
de pequeño en el embalse del Camarillas cuando iba con su padre a
pescar.
El que le atrajeran estas figurillas blancas, lobuladas, de
unos cinco centímetros de alto –instrumentos de juego entonces–, y el que las
haya conservado pone de manifiesto su
atracción hacia la naturaleza y sus formas,
hasta llegar a sugerirlas en su ambivalencia, ya a primera vista, como
un icono arcaico y no obstante predispuesto
a la modernización. Vemos unas siluetas bellas por la redondez de su formas
irregulares, por lo pulido de su textura, sinuosas, propicias
en un ayer lejano a que las gentes pusieran en ellas su fe, considerándolas como
una baraka («suerte divina» en árabe) transmitida
en este caso por el arte tallado por la naturaleza, para poner sentimientos y
deseos no banales sino de la esencia e integridad que conecta con todo, «recuperando una dimensión en la que se está
íntimamente ligado a la vida y sus energías» 2.
Desde la fotografía como hecho artístico, Tete Lukas nos acerca
a un ayer milenario –pulido con la
brillantez que otorga lo que fue cotidiano–, en el que la naturaleza surtió de
iconos a quienes tenían la necesidad de depositar en un sitio físico el esbozo de sus anhelos; perviviendo hasta
el pasado inmediato del tiempo donde él jugaba de niño, y llegando al presente, para comunicarnos algo de la historia que muchos desconocíamos.
Notas
1. En dos de las fotografías de la muestra, Joaquín Salmerón y Mª José Rubio ofrecen información documentada sobre la historia y formación de estas piedras. En otra es el propio Tete Lukas el que nos describe el cuándo y el porqué de su relación con estas figuras retratadas que ilustran las paredes del patio de la casa andalusí (ver la exposición y leer lo escrito es un buen proyecto).
2. N&R , “Baraka”, en blog BARAKA.


(Imágenes con detalles de la exposición fotográfica en el patio de la casa nº 10 reproducida en el Museo de Siyâsa.)
© Rosa Campos
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